11 jul 2008

Ahi abajo

Un poco abajo, ahí donde las cosas empiezan a nacer, tengo atragantado todo tu desprecio, toda tu negación y tu acusación. Y no es que me crea una victima, ni tuya ni de nadie, sino más bien un pedazo de trapo usado, un muro viejo donde hacer rebotar la pelota para jugar con los chicos, un pozo en medio de la nada lleno de papeles de caramelos y de escupitajos.

Todo eso, solo eso, siento desde tus palabras hasta mi poco orgullo.

Porque mira que mi orgullo es poco, y aun así esta herido, medio mareado y tembloroso.

Y apreté los dientes hasta el final, pero la rabia me puede más que el cariño, más que la paciencia.

Porque si la injusticia se te planta así con tanta impertinencia, no queda otra que quedarse a bancar tormenta y piedrazos.

Las piedras de los que no se piensan pecadores, de los que tiran con los ojos cerrados, de los que no ven la selva frente a los ojos que nos les deja ver, que les ciega la razón, que les impide sentir y vivir, y dejar vivir a los demás

1 comentario:

Anónimo dijo...

comparto tus palabras desde lo mas profundo de mi ser. aunq no nos conozcamos mas q de vista yo se bien quien sos, y parece q somos muy parecidas. por eso te puedo decir q te entiendo y me identifico con cada frase q escribis.
que ironia, no? algo tan hermoso como un poema siempre se engendra en un "corazon roto", el el mejor poeta.

TODO EN LA VIDA, ES FUSIÓN, CAROZOS Y CORAZAS, ESA ES LA CUESTIÓN