11 jul 2008

Ya

La luna ya se hizo azul

No quedan nubes grises por acá

Y mis labios se mueven sin hablar

No saben que decir

Algún día de estos

Daré un grito que quede flotando en el aire

Para siempre

Desde mis dedos hasta tus pupilas

Habrá solo un quizá

La luna va a quedar colorada

Y las sabanas llenas de escalofríos.

Ahi abajo

Un poco abajo, ahí donde las cosas empiezan a nacer, tengo atragantado todo tu desprecio, toda tu negación y tu acusación. Y no es que me crea una victima, ni tuya ni de nadie, sino más bien un pedazo de trapo usado, un muro viejo donde hacer rebotar la pelota para jugar con los chicos, un pozo en medio de la nada lleno de papeles de caramelos y de escupitajos.

Todo eso, solo eso, siento desde tus palabras hasta mi poco orgullo.

Porque mira que mi orgullo es poco, y aun así esta herido, medio mareado y tembloroso.

Y apreté los dientes hasta el final, pero la rabia me puede más que el cariño, más que la paciencia.

Porque si la injusticia se te planta así con tanta impertinencia, no queda otra que quedarse a bancar tormenta y piedrazos.

Las piedras de los que no se piensan pecadores, de los que tiran con los ojos cerrados, de los que no ven la selva frente a los ojos que nos les deja ver, que les ciega la razón, que les impide sentir y vivir, y dejar vivir a los demás

Tengo

Tengo unas ganas enormes

de encontrarte,

de verte quizá

en algún sueño de esos

en los que estoy medio dormida y medio conciente.

Otro poco de ganas de cruzarte

por la calle y que un flechazo

me llegue justo la yugular.

Y otro poco de que al fin seas real,

y entonces deje de soñar,

de una vez por todas

con el amor ideal.

8 jul 2008

Mi primogenito con Pio

Julieta, hija de dos lesbianas y un buen hombre que voluntariamente donó su pene, decide
irse un rato a despejar tanto embrollo por una calle húmeda
tan larga que necesitaría dos o tres vidas para caminarla o bien
algún aroma a espuma verde de mar y sal para curar
todo el corazón y los dedos, porque hasta las cuerdas parecen habérsele revelado y así, sin guitarra y sin eso que tienen las personas felices en el pecho, dejó todo y partió hacia
las bocas de los que la quieren devorar con gula social
como las cosas que no se explican, como las miradas perdidas, como las sonrisas espontáneas, como un acorde dulce,
así, así con odio, con asco y sed, sentada en el umbral
con nada más que sus manos y la certeza de que el intento bien valía la pena; o no. Eso lo averiguaría
en el momento en que a la memoria se le vaya el polvo, y sienta otra vez
que las cosas vuelven y vuelven y vuelven y no es casualidad porque
el karma o vaivén de las olas o las agujas de algún reloj medio loco no la dejan
ni llorar, ni gritar, ni sufrir, porque en el fondo saben que eso le haría bien, que eso la haría volver a
donde nada se puede corromper o romper y las mascaras sean sólo para una fiesta de disfraces.

Fin

(puede ser un exquisito cadaver pero es, de hecho, nuestro primogenito, recien nacido)

TODO EN LA VIDA, ES FUSIÓN, CAROZOS Y CORAZAS, ESA ES LA CUESTIÓN